El uso de la Robótica promueve la interactividad y ofrece un sinfín de experiencias educativas, centrándose en habilidades de lectura, ortografía, matemáticas y ciencias de la computación. Los robots se utilizan para desarrollar una serie de competencias y habilidades en el alumnado. Entre las competencias que se trabajan en la robótica educativa se encuentran especialmente la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, las llamadas disciplinas STEM, pero también puede tocar otras áreas como la historia, la lengua o la geografía.
METODOLOGÍA
La metodología de la robótica educativa usada en las distintas etapas educativas, está basada principalmente en la creatividad y la innovación. A su vez, propicia una metodología activa, basada en el “learn by doing”, llamada también aprendizaje por la práctica, siendo los alumnos quienes se impliquen en su propio aprendizaje y realicen la búsqueda de información en diferentes disciplinas. Las actividades propuestas serán motivadoras, fomentarán la cooperación y la autonomía, entre otras capacidades. Ofrece además una serie de estrategias para que sean los propios alumnos los que resuelvan los problemas. Esta pretende enseñar y aprender de manera lúdica y a través del juego.
La robótica educativa conduce a desarrollar las inteligencias múltiples de la siguiente forma:
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La Inteligencia Lógico-matemática. Juegos basados de cálculo numérico y actividades de programación.
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La Inteligencia Viso-motriz o visoespacial. Percepción espacial teniendo en cuenta aspectos como las líneas o las formas.
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La Inteligencia Lingüística. Trabajo en equipo favoreciendo la comunicación y las relaciones interpersonales.
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La Inteligencia Kinestésica. Trabajando la creatividad.
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La Inteligencia Interpersonal. Favoreciendo el diálogo o el uso de roles.
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La Inteligencia Intrapersonal. Conocimiento de nuestras fortalezas y debilidades.
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La Inteligencia Musical. Creación de aparatos musicales y sensoriales.
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La Inteligencia Naturalista. Realización de robots vinculados con la naturaleza.